Rover Portella: “En judo, una vez que has perdido un combate, estás fuera de juego”

 Rover Portella es un joven judoka de Puçol que, con tan sólo 19 años, tiene un currículum más que impecable. Empezó a competir a los 7 años, y en 2009, se ha proclamado campeón autonómico y afronta un nuevo campeonato de España. Hablamos con Rover de su trayectoria, su preparación y sus planes de futuro.

–Rover, ¿de dónde viene tu afición al judo?

–Prácticamente desde que tengo uso de razón. Mi padre y entrenador, Roverlein Portella, tiene un gimnasio en Puçol, y yo desde mi infancia, he estado allí viendo cómo daba clases y preparaba a otros judokas.

–¿Cuánto tiempo dedicas a entrenar?

–Entreno todos los días de la semana. Los lunes, miércoles y viernes en Puçol, y el resto de días, los utilizo para hacer tecnificación en Valencia, es decir, a entrenar con la selección valenciana.

–¿Qué diferencia existe entre el entrenamiento que llevas a cabo en Puçol y el que realizas con la selección valenciana?

–Se diferencia en los contrincantes, que son unos rivales más duros, y en los combates, en los que aumenta la dificultad.

–¿En qué consiste la preparación física de un judoka?

–El entrenamiento consiste en una preparación física que incluye calentamiento, técnicas y combate con distintos compañeros. Aquí en Puçol, los combates son por ejemplo con Quique Letrado, al que preparara también Roverlein, en el mismo gimnasio, y que también es campeón autonómico pero en una categoría superior, con más peso.

–Viendo tu historial, empezaste a competir muy joven…

–Sí. La primera vez que asistí a una competición fue a los 7 años.

–Y ahora con 19, ¿te dedicas profesionalmente al mundo del judo, o lo compaginas con otra cosa?

–Hoy por hoy, dedico todo mi tiempo al judo. Cuando me saqué el graduado escolar, decidí entregarme por completo al deporte.

–El hecho de competir, ¿exige muchos sacrificios?

–La verdad es que antes me costaba más esfuerzo (cuando debía compaginarlo con mis estudios), pero ahora, al dedicarme por entero a ello, no me supone un sacrificio. Se podría decir que el judo es parte de mi vida, siempre ha ido conmigo. Además, es un deporte que implica una filosofía de vida, entre otras cosas, por el respeto que se tiene al contrario en un combate.

–En cuanto a los cinturones de judo, tengo entendido que alcanzar el negro es lo máximo, ¿cómo se van consiguiendo?

–Por ejemplo, el cinturón blanco-amarillo se adquiere a los 3 meses, el naranja al año. Cada siete meses aproximadamente, se cambia de cinturón, aunque claro, todo depende también del deportista. Cada persona lleva su ritmo.

–Actualmente has ganado el campeonato autonómico ¿cómo se presenta el campeonato de España?

–En un campeonato de España, todo depende del rival que te toque en los sorteos. Igual vas muy bien preparado, pero te toca un contrincante difícil y se complican las cosas.

–En 2003, ganaste tu primer campeonato a nivel nacional, en 2008 también. No es la primera vez que te enfrentas a una competición de estas características, ¿sientes la presión?

–La gente tiene expectativas muy altas, y es cierto que me gustaría pasar a los preeuropeos. Yo estoy entrenando a fondo e iré a por todas, sin embargo, no me quiero confiar, porque todo depende del adversario al que me tenga que enfrentar. En el campeonato de España hay gente que vale mucho, y hay que tener en cuenta que una vez has perdido un solo combate, ya estás fuera de juego.

–En el judo existen distintas categorías, ¿en qué grupo te encuentras actualmente?

–Actualmente estoy compitiendo en la categoría sub-20, es decir, menores de veinte años, y con un peso inferior a 73 kilos. Hay siete pesos dentro de cada categoría, y cada dos años se cambia de grupo. Este año será el último de sub-20 y el año que viene pasaré a sub-23.

–¿Cuál es tu máxima aspiración?

–La mía, como la de la tantos otros deportistas, es llegar a competir en unos Juegos Olímpicos.

–Podemos decir que en 2008 te quedaste a las puertas ya que estuviste compitiendo en los pre-europeos…

–Cuando quedas campeón o subcampeón en el campeonato de España, pasas a los pre-europeos. En 2008 quedé bronce en el preeuropeo que se disputó en Narón (Galicia), y me quedé a las puertas, al no sacar medalla en Portugal. En estas competiciones vas sumando puntos para el Campeonato del Mundo. Para ir al campeonato de Europa tienes que tener dos medallas internacionales, y ser el primero en el ranking de puntos, en el que se contemplan las puntuaciones de todas las competiciones anteriores.

–¿Cuántos combates hay que ganar para resultar campeón en una fase final?

–Un total de cuatro combates. Los golpes de combate por los que se puede ganar son la proyección, la estrangulación y la luxación. El ippon supone la máxima puntuación, y se produce cuando tu adversario cae totalmente de espaldas al suelo. Por otra parte, bien por un abandono del adversario, o bien por dolor a causa de la proyección o de la estrangulación, se abandona el combate, lo que también supondría un ippon.

–¿Qué perspectivas de futuro tienes?

–A corto plazo, hacerlo muy bien en el Campeonato de España, y poder competir a nivel europeo. A largo plazo, me gustaría seguir los pasos de mi padre, y prepararme para ser profesor de judo. En este aspecto, existen tres posibilidades: formarme como monitor, como entrenador nacional o como entrenador regional.

De momento, estos planes tendrán que esperar, porque a finales de febrero, Rover y su padre, Roverlain Portella, se desplazan a Madrid para enfrentarse a los mejores judokas de España, y repasando su historial deportivo, existen muchas posibilidades de que se regrese con una nueva victoria. Desde aquí, le deseamos mucha suerte y fuerza para afrontar nuevos combates y cumplir su sueño. Siendo tan joven, seguro que seguirá dando mucho juego por las oportunidades que le irán surgiendo en el camino.

Carlos Núñez Romero
Coordinador de la Web